MENÚ DE MAYO

Ay! queridas, el día que ponga el menú el día 1 del mes, recordadme por favor que haga una fiesta o me de un premito o algo. He tenido una gripe chunga-tardía con fiebre alta, me dolía mucho la cabeza y estaba rara, ¡nunca me pongo mala! Llevo una alimentación tan sana que… hacía años que no tomaba antibiótico. En fin, excusitas baratas pero, el menúmayo16 (PDF) ya está preparado.

MENÚ MAYO 2016

He puesto migas porque me apetecen mucho, soy extremeña y oye, de vez en cuando hay que recuperar las tradiciones. El otro día Andoni Aduriz puso una receta con su reflexión particular que me gustó mucho. (Pichad en su nombre y os sale todo)

Ya sabéis que la comida precocinada que todo el mundo compra en nombre de la falta de tiempo, es, cuando menos, poco sana, cuando más, infecta directamente. Cocinad! Cocinad! bonitos!

SER POBRE…

Migas Seguro que los Rothschild del mundo jamás probarán las migas, comida de pobres… Pobres sí, pero con imaginación. No es porque las haya hecho yo pero, ¡dios! ¡qué buenas estaban!

Tenía pan duro, 2 o 3 trozos de barra, pimientos verdes, ajos, aceite de oliva virgen extra, sal y bacon.

Piqué el pan con la picadora de mi batidora, lo puse en un bol y lo salpiqué con agua hasta que las migas estaban húmedas pero sueltas, las tapé con un paño limpio, mojado y escurrido. Las dejé reposar 1 hora o así, las removía y salpicaba otro poco, por si acaso…

Pones aceite de oliva en la sartén buena de tu casa (la que no se pega), un culín y si luego quieres le echas más. Pones a pochar ajos troceados y pimientos verdes en tiras. Cuando se aplasten, agregas el bacon y dejas rehogar hasta que todo esté dorado. Es el momento de echar las migas y remover. Dependiendo de la cantidad, tardarás 15 o 20 minutos. Las migas tienen que quedar doradas, sueltas, esponjosas con un puntito crujiente. Todo esto se consigue removiendo, probando, removiendo, probando. Rectifica de sal y sirve.

Yo las puse con un huevo poche, cheeee! y ensalada de tomate. No pude tomar la foto del plato completo, no te digo más. Vale, no tenía para comprar caviar Beluga, ¡y qué!