SER POBRE…

Migas Seguro que los Rothschild del mundo jamás probarán las migas, comida de pobres… Pobres sí, pero con imaginación. No es porque las haya hecho yo pero, ¡dios! ¡qué buenas estaban!

Tenía pan duro, 2 o 3 trozos de barra, pimientos verdes, ajos, aceite de oliva virgen extra, sal y bacon.

Piqué el pan con la picadora de mi batidora, lo puse en un bol y lo salpiqué con agua hasta que las migas estaban húmedas pero sueltas, las tapé con un paño limpio, mojado y escurrido. Las dejé reposar 1 hora o así, las removía y salpicaba otro poco, por si acaso…

Pones aceite de oliva en la sartén buena de tu casa (la que no se pega), un culín y si luego quieres le echas más. Pones a pochar ajos troceados y pimientos verdes en tiras. Cuando se aplasten, agregas el bacon y dejas rehogar hasta que todo esté dorado. Es el momento de echar las migas y remover. Dependiendo de la cantidad, tardarás 15 o 20 minutos. Las migas tienen que quedar doradas, sueltas, esponjosas con un puntito crujiente. Todo esto se consigue removiendo, probando, removiendo, probando. Rectifica de sal y sirve.

Yo las puse con un huevo poche, cheeee! y ensalada de tomate. No pude tomar la foto del plato completo, no te digo más. Vale, no tenía para comprar caviar Beluga, ¡y qué!

 

 

Papas arrugadas con mojo verde y rojo

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Ingredientes para 4-6 personas: 12 o más patatas pequeñas, sal gorda, agua. Para el mojo verde, 1 o 2 ajos, perejil y cilantro fresco, comino, vinagre, aceite de oliva y sal gorda. Para el mojo rojo, 1 pimienta cayena, pimentón dulce, azafrán molido, 1 o 2 ajos, cominos, aceite, vinagre, sal gorda.

Ponemos la cayena a remojo durante media hora. Mientras ponemos una cacerola al fuego con agua que cubra las patatas (sin pelar, mejor si son nuevas). Los canarios dicen que hay que echar sal gorda hasta que las patatas se levanten del fondo y floten. Yo nunca he añadido tanta sal. Las dejamos que cuezan hasta que estén, cosa que comprobaremos con un palillo, para que la patata no se desintegre.

Cuando estén cocidas, tiramos el agua de la olla y volvemos a poner al fuego, moviendo la cacerola para que las papas se vayan secando, arrugando y quedando sal cristalizada en la piel.

Para el mojo verde, echamos en un mortero los ajos, perejil y cilantro, comino y sal gorda, machacamos bien. Luego echamos vinagre y removemos con el mortero, luego el aceite de oliva, poco a poco, y sin dejar de remover en el mortero. Cuando esté emulsionado lo probamos y rectificamos si fuera el caso.

Para el rojo, sacamos la cayena del agua, le quitamos las pepitas y echamos al mortero con los ajos, el pimentón, los cominos, el azafrán,  la sal gorda. Machacamos bien, añadimos el vinagre, removemos, añadimos el aceite y emulsionamos. Probamos a ver si pica mucho o poco. Ha de picar porque esto es el mojo picón. Se puede usar también pimentón picante.

Ponemos las papas en un plato y regamos unas cuantas con el mojo rojo y otras con el verde. Al irlas comiendo se van partiendo y empapando de los mojos.

 El mojo verde se puede usar para todo, carne, pescado, papas…, el rojo va mejor con carnes y con las papas, claro.

Rissotto de champiñones y espárragos verdes

RissottoHoy la receta va dedicada a mi amiga Mercedes y a su hermana Marta. Espero que lo probéis, ¡está muy bueno!

Ingredientes para 4 personas: 200 grs. Aprox de champiñones, 400 grs. de espárragos verdes, mantequilla o aceite de oliva para sofreír, media cebolla, 2 o 3 ajos, un vaso de vino blanco, 1 L. Aprox. de caldo de pollo, queso parmesano o curado para rallar. Un vaso o taza un poco más grande (depende de lo que comas), de arroz de grano redondo; no sirve basmati ni del que no se pasa.

Pones al fuego medio una cacerola mediana con un chorreón de aceite o un trozo de mantequilla, cortas la cebolla y los ajos y los pones a dorar. Mientras quitas la tierra de los champis. Yo lo hago con un cepillo de dientes y un hilito de agua. Los partes en cuartos y los echas cuando la cebolla y el ajo estén pochados. Tapa la cacerola. Mientras, lavas los espárragos y, con las manos, los partes hasta que llegues al tallo y ya no lo puedas partir. Remueve los champis y observa que van perdiendo su agua y se reducen de tamaño. Entonces echas los espárragos y los dejas cocinar 5 minutos más.

Mientras calienta el vaso de vino y pon a calentar el caldo de pollo. Es importante que los líquidos que agregamos al rissotto estén calientes, casi hirviendo. Echamos el vaso de arroz a la cacerola, subimos un poco el fuego, rehogamos, agregamos el vino caliente y empezamos a remover el rissotto. Hay que remover todo el rato. Iremos echando caldo a medida que el arroz lo vaya pidiendo, nunca puede quedarse seco, siempre caldoso.

Bajamos a fuego medio y continuamos echando caldo y removiendo. Si alguien te puede relevar de vez en cuando, mejor. Vamos probando el arroz, tiene que quedar al dente. Mientras, hemos rallado queso parmesano en un bol. Cuando el arroz esté, 20 o 25 minutos desde que lo echamos, retiramos del fuego y agregamos el queso, sin dejar nunca de remover.

Al parecer, el secreto para saber si un rissotto está hecho es que al remover, ha de verse el fondo de la cacerola. En ese momento echamos el queso.

Se me olvidaba, arroz en italiano se dice riso, rissotto es arroz cocido. Así que…¡Andiamo a mangiare! El rissotto se sirve recién hecho.