Berenjenas Pepe Carvalho

Ay! Mikel tío, creo que las berenjenas al estragón que prepara Pepe Carvalho te iban a encantar! Pero como no me esha cuenta…

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Vale que he tenido que ajusticiar a esta berenjena tan curiosa que me trajo Cariño del Mercadona, dice que es la última que quedaba, la gente nunca dejará de alucinarme (más todavía quiero decir). Pobrecilla! La última!

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RECETA COPIADA LITERAL DEL LIBRO DE VÁZQUEZ MONTALBAN:

Para 4 personas: 1 kg de berenjenas; 1 kg de tomates carnosos y relativamente maduros; 1 limón; 6 aceitunas rellenas; 1 cucharada de estragón; sal y pimienta.

Plato bajo en calorías, ideal para gentes con complejo de culpa kilórico.

Se ponen las berenjenas cortadas en cascos y los tomates pelados, sin semillas y cuarteados, en una cazuela con escasa agua y una cucharada de aceite.

Se salpimenta y se añade la cucharada de estragón picado, así como las aceitunas rellenas, igualmente picadas, en mayor o menor cantidad, de seis unidades hasta una latita, según la carga de complejo de culpa de los comensales.

Se cuece a fuego muy lento y tapado durante más o menos una hora, hasta que se consigue una consistencia cremosa.

Me pregunto para que querrá el limón que pone en los ingredientes ya que luego no lo usa, quizá para echarle un chorreón a la hora de comerlo?

En fin, que pongo la receta pero yo la he hecho como siempre a mi manera. Como tampoco tengo complejo de culpa kilórico como dice Manolo, en vez de agua he puesto aceite y me ha quedado un pistito de flipar que, en el fondo (pero muy en el fondo), son berenjenas al estragón. Vale, primero he pochado un pimiento verde y una cebolla, luego, cuando estaban dorados he echado las berenjenas troceadas, las aceitunas (un montón), el estragón y el tomate. Sal no le he echado porque las aceitunas son muy saladas y estoy intentando no ser tan saladilla.berenjena2

Para acompañar he hecho arroz blanco con zanahorias. Es una comida vegetariana, vegana para ser exacta, ya que no incluye nada de origen animal.

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Las berenjenas molan un montón, son sanas y deliciosas y hay infinitas maneras de hacerlas. Biscayene pone en el blog del Comidista esta receta y seguro que está buenísima también.

Verde que te quiero verde!

quinoa Hoy, la receta se la dedico a mis alumnos de cocina en los centros culturales de Barajas en Madrid. Es la típica receta improvisada en una mañana de mercadillo. Fácil, sana, barata, exquisita.

He ido al mercadillo de Fuencarral y me he hecho con un manojo verde reventón de espinacas super frescas a un euro.

Las he lavado muy bien y troceado, he puesto un culín de aceite en la sartén y he pochado un ajo bastante gordo. He añadido las espinacas, ras el hanout: la especia árabe de moda en mi cocina; y un poco de sal. Las he dejado unos 5 minutos, hasta que se han agachado y perdido agua.

Mientras estaba cociendo quinoa en agua con sal y un chorreón de aceite. Y mientras, ten en cuenta que soy multitarea, he hecho un pesto sin albahaca y sin queso. Los del Ahorra más de mi barrio me tienen desamparada, nunca les queda albahaca así que… No es un pesto normal porque lleva piñones, ajo, cilantro, perejil, cominos, sal, aceite y un chorreón de vinagre. Luego lo he triturado todo con la picadora.

He escurrido la quinoa y la he mezcaldo con el pesto raruno.  A palo seco no sabe a nada pero si le pones un pesto u otro tipo de aliño, o la guisas como las lentejas o cualquier legumbre, la cosa cambia mucho. La quinoa (pincha en la palabra y ves el artículo que venía el otro día en el periódico) es un superalimento.

El detalle del tomate con sal es necesario porque soy adicta al tomate, que es otro superalimento. La receta de hoy es absolutamente vegetariana y estaba muy buena. Podría haber añadido dátiles a las espinacas pero como no le gustan a mi Luci, pues…

Papas arrugadas con mojo verde y rojo

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Ingredientes para 4-6 personas: 12 o más patatas pequeñas, sal gorda, agua. Para el mojo verde, 1 o 2 ajos, perejil y cilantro fresco, comino, vinagre, aceite de oliva y sal gorda. Para el mojo rojo, 1 pimienta cayena, pimentón dulce, azafrán molido, 1 o 2 ajos, cominos, aceite, vinagre, sal gorda.

Ponemos la cayena a remojo durante media hora. Mientras ponemos una cacerola al fuego con agua que cubra las patatas (sin pelar, mejor si son nuevas). Los canarios dicen que hay que echar sal gorda hasta que las patatas se levanten del fondo y floten. Yo nunca he añadido tanta sal. Las dejamos que cuezan hasta que estén, cosa que comprobaremos con un palillo, para que la patata no se desintegre.

Cuando estén cocidas, tiramos el agua de la olla y volvemos a poner al fuego, moviendo la cacerola para que las papas se vayan secando, arrugando y quedando sal cristalizada en la piel.

Para el mojo verde, echamos en un mortero los ajos, perejil y cilantro, comino y sal gorda, machacamos bien. Luego echamos vinagre y removemos con el mortero, luego el aceite de oliva, poco a poco, y sin dejar de remover en el mortero. Cuando esté emulsionado lo probamos y rectificamos si fuera el caso.

Para el rojo, sacamos la cayena del agua, le quitamos las pepitas y echamos al mortero con los ajos, el pimentón, los cominos, el azafrán,  la sal gorda. Machacamos bien, añadimos el vinagre, removemos, añadimos el aceite y emulsionamos. Probamos a ver si pica mucho o poco. Ha de picar porque esto es el mojo picón. Se puede usar también pimentón picante.

Ponemos las papas en un plato y regamos unas cuantas con el mojo rojo y otras con el verde. Al irlas comiendo se van partiendo y empapando de los mojos.

 El mojo verde se puede usar para todo, carne, pescado, papas…, el rojo va mejor con carnes y con las papas, claro.

Rissotto de champiñones y espárragos verdes

RissottoHoy la receta va dedicada a mi amiga Mercedes y a su hermana Marta. Espero que lo probéis, ¡está muy bueno!

Ingredientes para 4 personas: 200 grs. Aprox de champiñones, 400 grs. de espárragos verdes, mantequilla o aceite de oliva para sofreír, media cebolla, 2 o 3 ajos, un vaso de vino blanco, 1 L. Aprox. de caldo de pollo, queso parmesano o curado para rallar. Un vaso o taza un poco más grande (depende de lo que comas), de arroz de grano redondo; no sirve basmati ni del que no se pasa.

Pones al fuego medio una cacerola mediana con un chorreón de aceite o un trozo de mantequilla, cortas la cebolla y los ajos y los pones a dorar. Mientras quitas la tierra de los champis. Yo lo hago con un cepillo de dientes y un hilito de agua. Los partes en cuartos y los echas cuando la cebolla y el ajo estén pochados. Tapa la cacerola. Mientras, lavas los espárragos y, con las manos, los partes hasta que llegues al tallo y ya no lo puedas partir. Remueve los champis y observa que van perdiendo su agua y se reducen de tamaño. Entonces echas los espárragos y los dejas cocinar 5 minutos más.

Mientras calienta el vaso de vino y pon a calentar el caldo de pollo. Es importante que los líquidos que agregamos al rissotto estén calientes, casi hirviendo. Echamos el vaso de arroz a la cacerola, subimos un poco el fuego, rehogamos, agregamos el vino caliente y empezamos a remover el rissotto. Hay que remover todo el rato. Iremos echando caldo a medida que el arroz lo vaya pidiendo, nunca puede quedarse seco, siempre caldoso.

Bajamos a fuego medio y continuamos echando caldo y removiendo. Si alguien te puede relevar de vez en cuando, mejor. Vamos probando el arroz, tiene que quedar al dente. Mientras, hemos rallado queso parmesano en un bol. Cuando el arroz esté, 20 o 25 minutos desde que lo echamos, retiramos del fuego y agregamos el queso, sin dejar nunca de remover.

Al parecer, el secreto para saber si un rissotto está hecho es que al remover, ha de verse el fondo de la cacerola. En ese momento echamos el queso.

Se me olvidaba, arroz en italiano se dice riso, rissotto es arroz cocido. Así que…¡Andiamo a mangiare! El rissotto se sirve recién hecho.

Sandwich de tomate! Sí, de tomate!

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Este es el famoso (en mi casa…) bocata de tomate en su versión sandwich a la plancha. Va para mi querido sobrino Marco que cumple doce años!!! Felicidades!!! Sé que en el fondo te mola el tomate, no digas que no…

Pues bien querido, es sencillo y exquisito. Necesitas un tomate, pan de molde, mantequilla, sal y una sartén que no se pegue. Pelas el tomate y lo cortas en rodajas enrolladas (que te ayuden tus parents que es un poco peligroso); pones la sartén a calentar y untas los panes con mantequilla. Pones un pan con la mantequilla por fuera, o sea en contacto con la sartén, pones las rodajas de tomate, echas un poco de sal y tapas con el otro pan. Lo dejas dorar por un lado y luego con una paleta le das la vuelta y… Ta Chan!

Vaaaale, si quieres le puedes poner jamón y queso…

Otro día os contaré lo de la dictadura del tomate…

Pisto viejuno

Pisto

Hoy la receta es para mi amiga Celia, superfan del pisto, de las empanadillas echas con pisto, de la empanada con pisto sobrante, etc…

La cosa es muy sencilla. Como ves en la foto, ese día tuve tiempo y troceé toda la verdura muy pequeña, pero lo puedes hace a lo groserote y luego cuando lo vayas removiendo se trocea con la cuchara de palo.

Los pistos son muy variados y dependen de lo que tengas, el de la foto es más o menos el tradicional, necesitas: pimientos verdes y rojos, calabacines, berenjenas, cebolla, tomate de bote entero pelado o natural y lo pelas tú, aceite y sal.

Pones medio dedo de aceite en una sartén antiadherente o perolo bajo de acero inoxidable o similar. Troceas los pimientos y la cebolla, los echas que se vayan dorando, mientras vas partiendo calabacines y berenjenas. Cuando lo primero está doradito agregas el calabacín y la berenjena, lo tapas y dejas un rato, hasta que veas que se van poniendo blanditos y empapados de aceite, con 10 minutos o así sobra.

Luego echas el bote de tomate entero pelado y lo vas partiendo con una cuchara de palo. Añades sal primero, luego cuando lo pruebes, si está muy ácido y no te mola pues le echas una, dos o las que quieras, cucharadas de azúcar.

Ya está, ya te puedes ir a hacer lo que quieras, déjalo al fuego, medio tapado y échale un vistazo y un removido de vez en cuando. Cuando haya pasado un rato y veas que las verduras han soltado todo su jugo, lo destapas y lo dejas hacerse hasta que se consuma todo y alcance el querido color viejuno, o sea, rojo intenso, como el de las pinturas prehistóricas.

Vale igual hacer un pisto de cebolla, pimiento, calabacín, champiñones y salsa de soja en vez de tomate. O echarle especias para que sepa indio o marroquí o chino o lo que te apetezca ese día…

Es una comida completa si lo acompañas de hidratos de carbono (papas, cous-cous, arroz) y algo de proteína (huevo, filete de atún, vaca, pollo, etc…).

Cualquier duda, pregunta, sugerencia será respondida a la mayor brevedad posible. No es porque lo haya hecho yo pero, ¡está buenísimo!, ¡es sanísimo! y además bonito ¿no?

Superlight

hervido

Empiezo este blog con una felicitación: ¡Felicidades Manoli!

Esta sencilla y superlight receta va para ti, y para Manolo, que con la foto todo es más fácil ¿no?

Cueces patatas, cueces judías verdes, cueces un huevo o más, depende de los que seáis; troceas un tomate, un pepino, lo que tengas vaya…

Lo dispones todo de manera armoniosa, le echas sal, algún sazonador de ensalada, ajo en polvo, etc…, un chorreón de aceite de oliva virgen extra, un poco de vinagre o de limón.

Esta es la versión en seco, pero si guardas el caldo de haber hervido las verduras, las puedes tomar en el mismo, con el huevito cocido pero, ¡ah! sin la ensalada. En invierno la opción caldosa mola más. Como es una comida muy ligera yo la tomo por la noche…