Hoy la receta es para mi amiga Bea, algo sencillo y exquisito, calentito pero sobre todo Bea, ¡de una sencillez pasmosa!
Hay que tener garbanzos, bacalao, espinacas (crudas mejor), ajos, cebolla, perejil, laurel, sal, agua. Los garbanzos los pones a remojar la noche antes, el bacalao, si es salado igual, a remojo toda la noche, aunque ahora lo venden ya casi desalado. Compra mejor bacalo desmigado.
Si tienes olla a presión (superpráctica si hay poco tiempo) pones los garbanzos a cocer el tiempo que haga falta, en mi olla tardan unos 25 minutos. Los cubres con agua y cuando empiecen a soltar la espumita se la vas quitando. Cuando ya no les quede espuma, echa una cebolla pelada entera, una hoja de laurel, aceíte de oliva y, si quieres, una pastilla de caldo de verduras. Tapas y dejas que se hagan.
Cuando ya estén los garbanzos, quita la cebolla y el laurel, prueba el caldo y si esta un poco soso mejor, porque nos queda el toque maestro que lleva sal. En un mortero machacas ajo, sal gorda y perejil, cuando esté bien machado (así se dice en Badajoz) lo echas a los garbanzos. Los pones al fuego otra vez y añades las espinacas (con medio paquete de las frescas está bien), remueves y dejas que se aplasten un poco, luego echas el bacalao cortado en trocitos. Lo dejas 5 minutos que hierva y ya está.
Ya sé que de pequeñas el potaje estaba asqueroso pero, qué quieres que te diga, ahora ¡me encanta! ¡Ah! puedes añadir al machado cilantro, va muy bien pero, te tiene que gustar. Y los garbanzos puedes comprarlos ya cocidos.
Suena muy práctico, sabroso y tradicional. No sé a que Bea irá dirigida la receta pero ya que pasaba por aquí y como tocaya suya que soy te doy mi enhorabuena por recuperar las recetas de la abuela e introducírselas a las nuevas generaciones. Arriba el puchero y las comidas de cuchara! Ñam, ñam. Srlup, Srlup.
Gracias Bea! espero que lo hagas algún día y me cuentes el resultado, seguro que buenísimo!