La lasaña de El Comidista

Querido Comidista: te idolatro sin paliativos, todo lo que tocan tus rosados dedos cual aurora homérica me regocija en lo más profundo de mi ser. Frío el pescado como Ana Ramírez gracias a que tú, ¡oh, el más cool del universo! la entrevistaste el otro día. Hice vuestras* galletas de jengibre y, aunque me salieron un montón más de las que ponía en la receta, no me importó porque estaban tan buenas que no llegaron al día siguiente (las hice por la tarde). Le he encargado alubias de Tolosa a un amigo que va para allá en pos de conseguir hacerlas como las de El Frontón. El día que me respondiste a lo de los chupitos de nabo con esa gracia que te adorna, en fin, me morí de risa, roneé bastante con los colegas, ¿me empoderé? ¿se dice así no? Pensé, si Mikel se digna a responder a mis boberías, ¿qué no podré yo ya lograr en esta vida?

Total que ayer o antes de ayer, o hace dos semanas, no sé en qué día vivo; pusiste el vídeo de la lasaña de calabaza y, como cegada por tu luz me dispuse a hacerla con las variaciones que convienen a mi idiosincrasia, o sea: Primero, con bechamel. Segundo, a mi hija adolescente no le gusta la calabaza así que, pensé disimularla con tomate natural poco frito y bien ácido. ¡Ah! y por último, en vez de requesón puse queso manchego curado para un plus de sabor, cosa necesaria porque mi marido es vegetariano y las salchichas frescas me las salté. Vamos, el Aleph en mi propio horno gracias a ti. Sé que no te importará que la haga my way, creo que lo que me tiene más colada por tus huesos es la hetorodoxia innata que paseas airoso por do quiera que vas. ¡Ay!

Ingredientes: los que dice Mikel o, en mi versión vegetariana hay un buen trozo de calabaza, kilo y medio de tomates maduros, 300 gr. de queso manchego, harina, aceite de oliva, mantequilla, leche, sal y cebolla pera la bechamel; mezcla de 5 quesos para gratinar.

 

Lo primero pelar los tomates y trocearlos groseramente, sofreirlos con un chorreón de aceite de oliva virgen extra, orégano y sal; a fuego vivo, 15 ó 20 minutos. Cortar lonchas de calabaza de medio centímetro de grosor aprox. y colocar en la fuente de horno previamente engrasada; cortar lonchas de queso manchego transparentes casi y colocar encima de la calabaza, echar tomate por encima. Y seguir así hasta que se acaben los ingredientes o no te quepa más en la fuente. Yo dejé huecos entre los ingredientes para que la bechamel penetrara los intersticios.

La bechamel, ¿cómo no? la explica él con alegría, yo hago la que me enseño mi madre que es la que ves en las fotos, menos la fase de la leche que se me olvidó hacer la foto. Pongo un poquito de aceite y un poquito de mantequilla, corto cebolla en brunoise y sofrío hasta que esté dorada, echo dos cucharadas rasas de harina, dejo que se tueste con la grasita y la cebollita y empiezo a agregar leche removiendo todo el rato, echo sal y pruebo. La leche se echa poco a poco y se espera hasta que hierva y se espese, así controlas el espesor de la bechamel, yo la necesitaba espesa porque la lasaña la horneé tapada un rato (20 minutos) y soltó mucho jugo, luego la tuve destapada 10 minutos más para que se le evaporara. La saqué, le eché la bechamel, el queso de gratinar y aros de pimiento rojo crudo. Otro ratito al horno para gratinarla… et voilá!

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El Aleph

No puedo describir el sabor conseguido sólo darte las gracias por ser una inspiración para toda esa gente que puede hacer la paella con chorizo.

*Vuestras, me refiero, claro, a tu excelente equipo de colaboradoras y colaboradores.

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